Un manto de tulipanes de Trevelin esperan a los turistas en octubre

Por Impulso

Además la región tendrá un nuevo atractivo turístico en el corazón del pueblo. Otras actividades son la pesca en el Río Grande o Futaleufú y cabalgatas.

La localidad chubutense de Trevelin (en galés, “pueblo del Molino”) se prepara para la llegada de los turistas en el mes de octubre, cuando comience una nueva temporada en el Campo de Tulipanes, ubicado junto a la Ruta 259, al pie de la Cordillera de los Andes, donde habrá un “nuevo dragón”, una estructura de más de 4,5 metros de envergadura que desde lo más alto de la Plaza Coronel Fontana lanzará fuego dos veces al día.

El nuevo atractivo se encuentra en el corazón del pueblo, donde las calles se estructuran alrededor del octógono que conforma la plaza, con un único edificio: la Secretaría de Turismo, lugar donde en 2017 el escultor local, Tomás Schinelli Casares, instaló un dragón que recibía a los visitantes que llegaban a la plaza o a la oficina de informes.

Ese pequeño dragón, una representación del que forma parte de la bandera de Gales, hoy dejó paso a otro de 4,5 metros de largo y 3,5 metros de ancho que impone respeto y admiración desde lo alto del edificio de la Secretaría, y mucho más cuando de su boca nace una llamarada de 2 metros de largo.

A diferencia de muchos que se ven en series o películas, se trata de un clásico dragón europeo de cuatro patas, como el de la bandera galesa en la que se inspira.

“El dragón anterior, que ahora está ubicado frente al Museo Molino Andes, era una representación más concreta del que está en la bandera galesa, mientras que este es una versión más libre pero que respeta esa tradición”, explicó el escultor Tomás Schinelli.

Se trata de un esqueleto de hierro revestido en chapa que pesa apenas 150 kilos, y en sus entrañas lleva un dispositivo desarrollado por el Ingeniero Nicolás Cavalletti que todos los días, a las 20 y a las 22, ilumina desde el pasado 26 de septiembre el cielo de Trevelin con una gran llamarada.

“Desde que se instaló el primer dragón en la plaza fue un atractivo para los visitantes – explicó Juan Manuel Peralta, secretario de turismo local- y quisimos ir un paso más allá. El dragón es muy importante en la identidad galesa, que es una de las corrientes culturales fundamentales de Trevelin. Y el hecho de contar acá, entre nuestros vecinos con alguien capaz de concretar este proyecto nos llevó a impulsarlo”.

LOS COLORES DEL CAMPO

Como cada primavera, el pueblo del Molino (o también del Dragón, a partir de ahora), los colores increíbles del Campo de Tulipanes llaman la atención de miles de viajeros que llegan en busca de postales al pie de la Cordillera de los Andes.

Desde hace más de 25 años los Ledesma cultivan tulipanes en un campo que está en esta familia descendiente de galeses desde hace un siglo, y que optaron por una producción completamente original en la región y en el país.

Los más de 2,3 millones de bulbos de tulipanes que florecen crean una postal icónica con el Gorsedd Y Cwmwl, el cerro más emblemático de la zona como telón de fondo.

Si bien la producción lleva décadas, las visitas turísticas se realizan desde hace apenas seis temporadas, y en cada una de ellas los servicios han ido mejorando para que los visitantes vivan una experiencia memorable.

Para esta temporada se mantendrá el circuito autoguiado que nació como parte de las adaptaciones al turismo en pandemia, a partir de una serie de carteles que además de ofrecer información, van funcionando como estaciones que ordenan el recorrido.

Como el cultivo requiere de una rotación intensa de la tierra, cada año el Campo de tulipanes se ubica en un cuadro diferente dentro de la misma chacra.

Durante la plantación es necesario separar las distintas variedades para poder formar las hileras perfectas, si no se hiciera así, la cosecha clasificada de los más de 2,3 millones de bulbos sería un trabajo inhumano.

Junto a la plantación se podrá disfrutar de un patio de comidas y de la repostería típica que los galeses crearon en la Patagonia desde su llegada en 1865 con los productos que tenían a mano, cuando se reunían en las capillas para compartir un té.

Cada familia traía sus tortas y sus panes, y esas recetas familiares crearon un legado que hoy se puede disfrutar en las Casas de Té galesas de Chubut, con el tapiz multicolor al pie de los cerros nevados.

El Campo de Tulipanes se ubica además junto a la Ruta 259 que une Trevelin con el paso internacional a Chile, un camino lleno de atractivos imperdibles para el visitante, como el área natural protegida Cascadas de Nant y Fall, que propone caminatas de baja dificultad que permiten apreciar saltos de hasta 46 metros de altura.

Pegado al Campo de Tulipanes se encuentra el viñedo y bodega Viñas del Nant y Fall, un establecimiento agroturístico en el que no solo se pueden recorrer la plantación sino también degustar vinos de altísima calidad, pasar el día en el camping junto al arroyo o disfrutar de los sabores patagónicos en su comedor.

Otro punto interesante es el Molino Nant Fach, junto a Casa Yagüe, que es una réplica de los muchos molinos harineros que poblaron este valle desde que se instalaron los pioneros galeses hasta la década de 1940.

Los lodges de pesca, la cercanía con el Río Grande o Futaleufú, la estación de piscicultura Arroyo Baggilt; el área natural protegida Lago Baggilt, el sendero Mirador del Paraíso y las cabalgatas Apus, además de alojamientos y establecimientos de agroturismo, completan un menú formidable en una ruta para disfrutar Trevelin en primavera.

Fuente: Télam

Tags: dragón Patagonia Trevelin Tulipanes turismo turistas viajeras viajeros viajes



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