La ciudad entrerriana de Colón diseñó para este otoño, circuitos urbanos y periféricos de diversa dificultad y variados atractivos para acompañar el desarrollo del turismo en estos momentos difíciles para el sector y uno de ellos es el que recorre el Parque Nacional El Palmar, informó la Secretaría de Turismo y Cultura municipal.
Siempre con el entorno natural del río Uruguay, ya sea cercano o a la distancia, los paseos se pueden realizar con bicicleta propia, en forma independiente, y mediante prestadores que a la vez realizan las guiadas de las diversas alternativas, en un ámbito de nutrida flora y fauna, rico en colores, aromas y sonidos de este destacado destino del turismo entrerriano.
PASEOS EN FAMILIA
Uno de los circuitos más populares y de baja dificultad parte del extremo noreste de Colón, en el pulmón verde conocido como “Bajo Termas”, donde empieza el área natural protegida Río de los Pájaros.
Se trata de un paseo apto para toda la familia, sin pretensión de velocidad, tiempo ni distancia, en el que los turistas pueden tomar todas las pausas necesarias para el reconocimiento del paisaje, fotografías, avistamiento de aves y la percepción de los aromas de la selva en galería.
A un lado del camino, el arroyo Artalaz abre su oferta de aves endémicas del lugar, como garzas, chajás y varios tipos de martín pescador, entre otras especies que cautivan a los observadores de aves.
EXCURSIONES DE MEDIANA INTENSIDAD
También hay paseos de media a alta dificultad, que pasan por un reservorio de piedras semipreciosas y un vivero de plantas nativas, entre otros atractivos singulares de Colón, en excursiones que insumen de dos a tres horas y suelen ser muy escogidas por turistas que buscan conjugar la actividad recreativa y de contacto con la naturaleza con el conocimiento de las riquezas naturales y culturales de Colón.
RECORRER EL PARQUE NACIONAL EL PALMAR
A 60 kilómetros del centro urbano de Colón, el Parque Nacional El Palmar también permite las excursiones en bicicleta por senderos que se pierden en su mar de palmeras yatay, junto a otros ejemplates de flora y fauna nativa en sus más de 8.200 hectáreas.
Allí, los visitantes pueden arribar desde la ciudad en remises o autos particulares y recorrer, con bicicleta propia o alquilada y guías del lugar, la inmensidad de esta reserva, para lo que se recomienda destinarle una jornjada, ya que la actividad se puede combinar con el disfrute de playas, miradores, paseos en lancha y canoa, y ratos para picnic y mate en áreas autorizadas.
Según la Secretaría de Turismo, “con estos paseos en bicicleta, emergen de la historia y la idiosincrasia de Colón, toda la riqueza de su patrimonio cultural y natural, permitiendo a los visitantes complementar el costado más difundido de la localidad, sus playas y el Parque Nacional, con aquellos que sólo pueden alcanzarse al ritmo del andar en bicicleta”.
Fuente: Télam