Para los primeros días de octubre, Jorge Messi (padre del futbolista) y Fabio Ombrella, los nuevos concesionarios del Bar Vip, estimaban culminar con las obras para la reinauguración del tradicional espacio gastronómico ubicado en la zona del Parque Nacional a la Bandera.
Sin embargo, la inversión y los trabajos no pudieron comenzar, ya que los actuales ocupantes del bar, quienes tienen un contrato rescindido desde noviembre de 2007, se rehusan a dejar el predio.
La historia se remonta al año 2006, cuando la Municipalidad de Rosario, entregó la concesión de Vip a la empresaria Cecilia Ceballos, por un período de cinco años, un canon mensual de 22.500 pesos y obras por 700.000 pesos. Sin embargo, al no poder concretar las obras, el Ejecutivo decidió rescindirle el contrato en noviembre de 2007.
Tras varias licitaciones que quedaron desiertas, en marzo de este año, el negocio quedó en manos de Messi y Ombrella, quienes deberán pagar un canon de 12.000 pesos y obras por un millón de pesos.
Desde hace más de dos meses, la Municipalidad de Rosario viene intimando a la anterior concesión para que desalojen el lugar el 6 de agosto, algo que aún no pudo concretarse.
En este sentido, la Directora de Asuntos Jurídicos del Municipio, solicitó una orden al juez para el desalojo del predio.
En diálogo con IMPULSO, Hilda Gontín, Directora de Concesiones, aseguró que esta disputa judicial, está demorando considerablemente las obras previstas para el nuevo bar Vip, que -según estimaciones de los nuevos empresarios del lugar- estarían culminadas en dos meses, a pesar de que el Municipio les había concedido un plazo de hasta 5 meses para realizar las inversiones.