La canasta básica total (CBT) aumentó en septiembre un 7,1% por lo que, para no ser considerada pobre, una familia de dos adultos y dos menores, necesitó $128.214. El INDEC mide el umbral de pobreza con este número.
Por su parte, la canasta básica alimentaria (CBA), que mide la línea de la indigencia, marcó que esa familia requiere de $56.732 para poder cubrir con las necesidades básicas para subsistir.
De esta forma, este último dato, que comprendo alimentos y otros bienes y servicios básicos, como la vivienda, ascendió a $41.493 mensuales por persona en septiembre. Por otro lado, la línea de indigencia, se ubicó en $18.360.
La variaciones se ubicaron por encima del índice de inflación, que en septiembre llegó a 6,2%. Así es como la escalada de precios sumó un 83 por ciento en el último año, la cifra más grande desde finales del 1991.
La canasta básica alimentaria se determina tomando en cuenta los requerimientos normativos kilocalóricos y proteicos imprescindibles para que un varón adulto de entre 30 y 60 años, de actividad moderada, cubra durante un mes esas necesidades.