El Complejo Astronómico de Rosario se prepara para recibir las vacaciones de invierno y suma actividades a su oferta habitual.
Desde este domingo y hasta el 20 de julio próximo, el espacio abrirá al público durante los días miércoles, jueves y viernes en el horario de 15 a 21. Mientras tanto, los sábados y domingos operará de 16 a 21, siempre con una entrada general de 10 pesos.
En contacto con IMPULSO, desde el espacio municipal, adelantaron que para este mes aguardan unas 10 mil visitas. Se trata de una cifra similar a la del igual periodo del año anterior, resaltando que durante todo el 2013 el Complejo Astronómico de la ciudad recibió unas 100 mil personas.
Para este año, entre las opciones más destacadas, aparece la posibilidad de entrar en el mundo de la vida de los astros por medio de la observación de los cuerpos celestes. Esta posibilidad se dará solo entre la hora 19 y las 21, dependiendo de la claridad del cielo de cada día.
Vale recordar que en el parque que circunda al Complejo Astronómico, desde hace casi dos años funciona el observatorio astronómico a cielo abierto.
El parque consta de cantero central con caminos que llevan a los cinco instrumentos que fueron construidos especialmente:
. El Pedestal de Ptolomeo, usado para determinar la altura del sol a mediodía.
. Un reloj de sol, usado en diversas culturas: nuestra hora actual se rige por una escala que, si bien tuvo origen en las horas solares, hoy está mejorada por la inclusión una serie de correcciones vinculadas con las irregularidades del movimiento aparente del sol.
. Un Gnomon Egipcio: permite fijar el instante del mediodía, trazar la línea Meridiana, determinar la dirección de los puntos cardinales, medir el día solar, determinar el cenit, determinar las fechas de solsticios y equinoccios.
. El Gran Cuadrante de Augusburg: una réplica del original usado hace más de 400 años por el dinamarqués Tycho Brahe (1546-1601), que fue el más importante de los observadores astronómicos de la época pretelescópica.
. Esfera armilar de rosario: formada por varios anillos que sirven para determinar la posición de los astros en el espacio (en particular el sol, la luna y los planetas) y, además, estudiar su movimiento aparente.
A estos instrumentos se les suma una Rosa de los Vientos y flecha de la latitud en el centro del camino, que en sus orígenes se usaban para determinar la dirección de los principales vientos de una región.