Por los cuartos de final de la Libertadores, el Fortín se quedó con el triunfo en un encuentro electrizante, que se definió en los últimos minutos del partido.
Vélez Sarsfield recibió en el José Amalfitani la visita de Talleres de Córdoba por un duelo copero 100% argentino. Por los cuartos de final de la Libertadores, el Fortín se quedó con el triunfo en un encuentro electrizante, que se definió en los últimos minutos del partido. Hubo conflicto en las tribunas por hinchas infiltrados de los visitantes que cantaron por su equipo.
Desde el inicio del duelo las emociones estuvieron a flor de piel, ya que solamente a los cuatro minutos los locales se pusieron por delante en el marcador con un tanto de Lucas Janson. El delantero llegó por el segundo palo y con un gran cabezazo superó a Guido Herrera y anotó el primero de la noche en Liniers.
Tras el tanto de los dueños de casa, el conjunto cordobés fue en busca del empate, con más ímpetu que juego contó con diversas aproximaciones, pero la eficacia No estuvo de su lado en la primera mitad. Asimismo, el primer tiempo contó con un condimento preponderante. Al minuto 44, Walter Bou ingresó al área, fue derribado y en primera instancia el árbitro no cobró la pena máxima. Sin embrago, el VAR revisó, Roldán se acercó al monitor para revisarla y tras verla repetidas veces se mantuvo firme y decidió no echar atrás su decisión.
Luego, ya en el complemento, las emociones continuaron brotando en el verde césped de Liniers. Después de que el conjunto de Caixinhia malogre diversas chances de llegar al empate, quien volvió a entrar en escena fue Janson. Al minuto 72, nuevamente Leo Jara puso un centro al corazón de área y el delantero volvió a poner su cabeza para inflar la red y estirar la diferencia parcial el local.
Minutos más tarde, los cordobeses iban a descontar. Al minuto 80 de juego y tras dos cabezazos en el área local, Michael Santos marcó el gol del descuento para dejar viva la ilusión del Matador de Córdoba. Y esa ilusión iba a estar más viva que nunca cuando seis minutos más tarde, a los 86, Rodrigo Garro capitalizó un rebote fuera del área y de zurda colgó la pelota en el ángulo para llegar al tan ansiado empate.
Pero los de Medina no se iban a dar por vencidos. Como si no hubiesen sentido el golpe de la igualdad. Maximo Perrone desbordó, arrojó un centro atrás para que Julián Fernández ponga la numero cinco contra un palo, Vélez vuelva a estar arriba en el marcador y el Amalfitani delire y explote de euforia.