La imponente Viena se consolida a la cabeza de esta lista de las ciudades “más agradables para vivir”, realizada por el Economist Intelligence Unit (EIU), el grupo de investigación y análisis del semanario inglés The Economist, después de convertirse el año pasado en la primera ciudad europea en conseguirlo.
Sus infraestructuras, la calidad del aire, su oferta cultural, educativa y médica rozan la perfección, en un contexto de estabilidad envidiable, analizan sus autores.
Por segundo año consecutivo, la capital austriaca obtuvo un resultado de 99,1 puntos, por delante de Melbourne (98,4), que fue la primera del palmarés durante años, y Sídney (98,1).
Australia y Canadá dominan los 10 primeros puestos, con tres ciudades cada uno. Japón también está presente, con Tokio y Osaka. Por su parte Copenhague, segunda ciudad europea, aparece en el noveno puesto mundial.
Cada año, 140 ciudades son evaluadas sobre una escala de 100 puntos según una serie de indicadores: nivel de vida, criminalidad, transportes, acceso a la educación y a la medicina, estabilidad económica y política.
Por primera vez, el índice integra un parámetro que tiene en cuenta los efectos del cambio climático en la calidad de vida. En este sentido, Nueva Delhi y El Cairo se vieron sancionadas por la “mala calidad del aire, temperaturas medias desalentadoras y un suministro en agua insuficiente”.
EMBLEMAS CUESTIONADOS. Londres y Nueva York, marcadas por un riesgo importante de criminalidad y de terrorismo y con sus infraestructuras sobrecargadas, ocupan los puestos 48 y 58 respectivamente.