Volver a las fuentes, el gran desafío del Kily González

LA MIRADA CABRERA. El nuevo entrenador está ante la gran posibilidad de devolverle al club la identidad en el primer equipo con un trabajo coordinado desde sus inferiores.

Le llegó la hora, después de las idas y vueltas que en algún momento lo hizo evaluar la chance de continuar o no en el club de sus amores, por no tener esa posibilidad que tanto anhelaba, de ser el técnico de la primera división. Tanto luchó por esa posibilidad que finalmente alcanzó su objetivo, se dieron las situaciones adecuadas para que la dirigencia opte por el mejor camino, el de nombrarlo a Cristián “Kily” González como nuevo director técnico del primer equipo de Rosario Central.

Todo cerró para que esto suceda, el conocimiento que durante todo este tiempo adquirió el Kily de la estructura de inferiores, la idea de la dirigencia de apostar definitivamente a la refundación de ese vínculo que casi siempre dio buenos frutos, ese que hizo llenar las arcas del club, el de la llegada de juveniles a la primera, y por último, tal vez la más importante, la decisión por parte de AFA que no haya descensos por dos años.

Ahora llegará el momento de revertir los números que, tal vez, no fueron los mejores en reserva con un 43% de los puntos obtenidos, claro que apuntó a otra cosa; a esta situación que en su cabeza el planeaba, al poder preparar a los chicos para el desembarco a la primera división, dejando de lado el apostar a jugadores en cantidad que solo entregaron más mediocridad que réditos.

TOCAR LA FIBRA ÍNTIMA DEL GEN CANALLA

Pero no sé quedó solo en el plan de los juveniles, el peso de su apellido fue determinante para salir a cazar ex jugadores, a esos que él conoce y sabe cómo tocar esa fibra íntima del gen Canalla para convencerlos del regreso, ese que para muchos era cosa juzgada o planes para un “más adelante” que nunca llegaba o no tenía fecha confirmada.

Y con ese poder de seducción le hizo reveer la decisión de retiro al Pocho Ezequiel Lavezzi quien probará como está su rodilla. Al mismo tiempo casi confirmar una vuelta a corto plazo de Ángel Di María y llamados por doquier para que peguen la vuelta algunos otros jugadores; situación que ya dependerán de un tema económico que sin dudas no es el mejor en Central.

Lo que queda claro es que el nuevo DT se puso al frente de todas las decisiones en el ámbito futbolístico, hasta elegir a su reemplazante en reserva, quién desea que sea del riñón del Auriazul.

Comienza una etapa que no solamente dependerá del entrenador para llegar al éxito, sino también de varios acompañamientos, el primero, sin dudarlo, es el de la dirigencia, quién deberá bancar el proceso, segundo del hincha, quién por momentos desea el “vamos los pibes” pero hay poca paciencia a la hora de los primeros errores, y por último de los futbolistas, quienes deberán respaldar un recambio que, si sale bien, marcará un antes y un después en la institución de barrio Arroyito, tal como se olfatea un regreso a las fuentes.