La medición realizada en abril de este año reveló que diez líneas superaron los treinta minutos de espera.
El equipo del Observatorio Social del Transporte, liderado por Carlos Fernandez Priotti, y la concejala Silvana Teisa, realizaron una toma de frecuencias en la intersección de calles Santa Fe y Laprida, donde se encuentran la mayoría de las líneas del Transporte Urbano de Pasajeros en Rosario. Los resultados arrojaron cifras preocupantes en cuanto a los tiempos de espera de los usuarios.
La medición realizada en abril de este año reveló que diez líneas superaron los treinta minutos de espera, mientras que en la medición anterior, en agosto de 2021, solo habían sido cuatro las líneas que superaron ese tiempo. El dato más alarmante fue registrado en la línea 112 roja, que superó los 84 minutos de espera.
La concejala Teisa, del partido justicialista, calificó estos tiempos de espera como “inadmisibles” y señaló la incertidumbre que sufren los usuarios que no saben cuándo llegará el colectivo. En particular, destacó la dificultad que esto implica para los trabajadores que deben movilizarse en horarios nocturnos.
Además, Teisa criticó la nueva aplicación Google Maps, que se suponía ayudaría a mejorar la información sobre las frecuencias de los colectivos. Según la concejala, el sistema está “desincronizado y es caótico”, lo que genera aún más incertidumbre entre los usuarios.
“Es una total desprolijidad el servicio y el ejecutivo muestra un inmenso desinterés en resolverle la vida a los vecinos y vecinas que eligen el transporte urbano de pasajeros para movilizarse”, concluyó Teisa.