La Zona Franca de Bolivia, el espacio del puerto de Rosario ubicado en la costa central, conformado por un área de más de 54 mil metros cuadrados, podría ser recuperado por la Municipalidad para avanzar con el proceso de reconversión de la cara de la ciudad frente al río.
Si bien desde hace tiempo no había novedades acerca de las negociaciones por la liberación de esos terrenos, el intendente Miguel Lifschitz comentó en contacto exclusivo con IMPULSO que en el corto plazo podría haber noticias, debido a que desde Cancillería de la Nación le confirmaron que se iban a volver a entablar conversaciones para conseguir el cometido. ”Hace pocos días tuvimos una comunicación de Cancillería que decía que se va a retomar el tema”, aseveró el funcionario.
Las numerosas dificultades para llegar a un acuerdo son a causa de que la Zona Franca es como que fuera territorio de una embajada, en este caso, territorio boliviano, y es por esto que se necesita la participación intensa del gobierno nacional, porque se debe hacer un pacto entre los dos países, que tiene que ser aprobado por los dos parlamentos, y en ese convenio habría que ofrecerle a Bolivia otra zona similar en Santa Fe o en otro lugar.
Por su parte, el Ejecutivo local insiste con este pedido, ya que dicho espacio hace tiempo que está sin uso. Según supo este medio, el último buque que amarró lo hizo en 1988, mientras que desde el año 2000 se realizan gestiones para obtener el traslado de esas tierras para permitirle al municipio desarrollar obras de puesta en valor.
En el predio, que comprende mil metros de muelles, se haría una remodelación, en continuidad de donde se encuentra la Estación Fluvial, y se habilitaría al público el sector que hoy está abandonado, pero convertido en un paseo peatonal.
En tanto, vale recordar que en 2008 el intendente Lifschitz se reunió en Buenos Aires con la embajadora de Bolivia en la Argentina, Leonor Arauco Lemaitre, y trató la problemática de la Zona Franca, resaltando, además, que una delegación de profesionales y funcionarios del Ministerio de Defensa y de la Administración de Servicios Portuarios de Bolivia (ASPB) analizaron la posibilidad de trasladar los terrenos hacia el puerto de Zárate o el de Ibicuy en Entre Ríos.