Gracias a su facilidad de uso y una efectiva gestión e interfaz para las videollamadas grupales, Zoom logró convertirse en unas de las plataformas más utilizadas en Internet para pasar la cuarentena por la pandemia de coronavirus.
Fundada en 2011, logró posicionarse por encima de otras plataformas líder en el segmento de las videollamadas como Skype.
Su popularidad también la llevo a que salgan a la luz algunas prácticas no recomendadas y problemas de seguridad, como compartir información de los usuarios con Facebook desde la aplicación para iPhone y iPad.
Luego que se conocieran estas prácticas dudosas, Zoom, reconoció que recolectaban información innecesaria, pidió disculpas y eliminó dicha función de la aplicación para iOS.
Pero esto no termina acá, ahora un informe publicado por el sitio The Intercept reveló que las videollamadas no cuentan con una encriptación de extremo a extremo, como si lo hacen otros servicios como WhatsApp.
A su vez, un reciente análisis de una firma de seguridad informática reveló que el programa de la app para Mac se instala de forma automática en las computadoras de Apple sin pedir la autorización del usuario, e incluso falsifica los permisos de acceso al sistema operativo.
La firma de ciberseguridad ESET alertó en su blog oficial que estas vulnerabilidades y falencias de Zoom atrajo a los delincuentes informáticos y se detectó un importante incremento en el registro de dominios que incluyen como parte de su nombre la palabra Zoom. El objetivo de estas acciones, por parte de ellos, es aprovecharse de la demanda de este tipo de herramientas que ponen en riego a los usuarios.